jueves, 5 de mayo de 2011

Un artículo polémico

¡Por fin lo he encontrado! El famoso artículo del controvertido y mordaz escritor Arturo Pérez-Reverte sobre otra de las realidades polémicas que tienen lugar en nuestras aulas: la mezcla de culturas. Espero vuestra opinión.


 
 
Me van ustedes a disculpar -o no-, pero la culpa no la tiene el niño, ni sus padres. Alguien debería romper una lanza por esa familia; así que aquí me tienen, rompiéndola. En el asunto del profesor del instituto de La Línea que mentó el jamón en clase, ofendiendo la sensibilidad islámica de un alumno musulmán de trece años, los culpables son otros. Después de todo, el padre que puso una denuncia en comisaría, tras calificar de maltrato escolar el hecho de que se pronunciasen las impuras palabras jamón y cerdo en clase, no hacía otra cosa que demostrar que sabe muy bien dónde está. Que nos ha tomado el pulso. Los hipócritas somos nosotros, ciudadanos socialmente correctos y de limpia conciencia, que después de llenarnos la boca tragándolo todo hasta el fondo porque no vayan a decir que somos intransigentes, xenófobos y fachas, y por el resto del qué dirán, de pronto nos ponemos estrechos y tiquismiquis diciendo que no, oiga. Por Dios. Ahora, la puntita nada más.

Esto es España, oigan. Donde, como dice mi compadre Carlos Herrera, no cabe un tonto más, pues nos caeríamos al agua. Cuando la familia del niño musulmán ofendido por el jamón dirigió sus pasos a la comisaría más próxima, de ingenua tenía lo justo. La movía la certeza absoluta de que, por descabellada que fuese su denuncia, tenía ciertas posibilidades de prosperar. Y no puedo menos que darle la razón. Conociendo el patio.

El maestro, en primer lugar. Menos mal que anduvo prudente y achantó la mojarra. Con la hiperprotección que en España dispensamos a los pequeños cabroncetes, que un niño se levante en clase y le quite la palabra al profesor que está hablando de Geografía y de climas adecuados para la cura del cochino, a fin de exigirle que no ofenda su sensibilidad religiosa, nos parece a muchos lo más natural del mundo. O semos tolerantes, o no lo semos. Respeto a la multiculturalidad, se llama eso. Y si al maestro se le ocurre levantar la voz para decirle al zagal que cierre el pico, o agarrarlo por el pescuezo si se pone flamenco y sacarlo al pasillo, calculen el desparrame. Docente fascista, violencia escolar, xenofobia en las aulas, tertulias de radio y televisión, Internet a tope. Se le cae el pelo, al profe. Niño y encima musulmán, casi nada. Si además llega a ser niña y con pañuelo en la cabeza, abre telediarios.

En cuanto a la policía, imaginen que son el cabo Ramírez, o como se llame, que está echándose un cigarrito en la puerta, y en ésas llega el padre de la criatura y dice que a su hijo le han mentado el jalufo en clase, y que es intolerable. Entonces usted, Ramírez, considera dos opciones. La primera que se le ocurre es mandar al padre y al hijo a tomar por saco; pero, lo mismo que el maestro, sabe perfectamente en qué país imbécil se juega los cuartos. También sabe que, si no se pone a disposición de cualquier fanático oportunista, tramitando tal clase de denuncias, puede ponerse a remojo: xenofobia policial, abuso de autoridad, prevaricación, nocturnidad -son las siete de la tarde- y alevosía. Titulares de prensa, y María Antonia Iglesias, descompuesta de belfo, llamándolo fascista y mala persona en la telemierda. Así que opta por la segunda opción, y tramita. Cayéndosele la cara de vergüenza, pero resignado con su puto oficio y su puta España, va al día siguiente a tomarle declaración al maestro. Y que salga el sol por Antequera.

Ahora, el juez, fiscal o lo que sea. Afortunadamente estaba de guardia uno normal, de los que no buscan salir en los periódicos. Y decidió, con sano criterio, hacer lo que no pudo el cabo Ramírez: mandar al demandante a tomar por saco, como la Justicia hace esas cosas: archivando la denuncia. Mi pregunta es qué habría ocurrido si en vez de tocarle al fiscal Fulano le hubiese caído al fiscal Mengano: uno de los que tocan otro registro y se la cogen con papel de fumar, por si acaso. De los que, en una discusión de tráfico, una conductora llama cabrón a un conductor, éste responde zorra, y empapelan al conductor por conducta machista. Dirán ustedes que es imposible. Que la denuncia del jamón no podía prosperar jamás. Vale. Piénsenlo despacio. Esto es España, recuerden. Paraíso de demagogos y cantamañanas, donde prospera todo disparate. Ahora díganme otra vez que la denuncia nunca iría adelante, por lo menos en fase de diligencias. Díganlo mirándome a los ojos.

Así que, en mi opinión, el digno musulmán hizo perfectamente. No arriesgaba nada. Y si cuela, cuela. Con suerte, incluso habría sacado una pasta para pagarse el viaje a La Meca con la familia. En todo caso, lo seguro es que en la comunidad islámica de su pueblo deben de tenerlo ahora por un hombre santo, honesto mahometano. Todo un tipazo. De estar en su chilaba, yo también lo habría hecho.

Tiempo de secundaria

Hola bloggeros, aquí os cuelgo un vídeo para que sigamos reflexionando sobre la situación de la educación en las aulas de nuestro país. En este caso, encontramos reflexiones interesantes por parte de los mismo alumnos, reflexiones que igual desmontan algunas teorías sobre las posibles causas del problema en cuestión. Aquí os dejo la primera parte. Si os interesa el reportaje completo seguid los enlaces (parte2, parte3, parte4, parte5, parte6). Disfrutadlos y reflexionad. Espero vuestro comentarios.



domingo, 1 de mayo de 2011

Los tiempos verbales.

La enseñanza en nuestro país.

Ha llegado a mis manos un reportaje publicado hace un par de años donde se plasman de una forma bastante fidedigna los problemas con los que se encuentra un docente hoy en día en los centros de nuestro país. El reportaje habla de las bajas por depresión y los conflictos con los que se encuentran los docentes en la Comunidad Valencian, una situación, en mi opinión, totalmente extrapolable al resto de las comunidades del país. Aquí os dejo dicho reportaje para que reflexionéis.

Las bajas por depresión entre los docentes valencianos triplican las de otras profesiones.
Hasta 1.614 se presentaron por enfermedad mental en el curso 2007-2008

NEUS CABALLER - Valencia - 28/01/2009

¿Cómo ser maestro y no morir en el intento? No es el título de una película. Es la realidad cada vez más cotidiana entre los docentes de los colegios e institutos valencianos: las bajas por depresión en el sector público "triplican" las de cualquier otra profesión, excepto médicos y policías que también comparten un alto índice de estrés y ansiedad. En el curso 2007-2008 hasta 1.614 maestros de Primaria y profesores de ESO entregaron partes de baja por enfermedad mental. Una cifra que supera la de los 1.327 afectados, en ese mismo periodo, por un malestar tan común entre los docentes como son la afonía y las enfermedades respiratorias. Éstos son los datos que hoy ha puesto sobre la mesa el sindicato de funcionarios CSIF en la Comunidad Valenciana, tras analizar y sistematizar "caso a caso" el número de bajas médicas en las tres provincias en los últimos dos cursos.
"Las cifras podrían resultar más elevadas porque numerosas bajas por problemas osteomusculares o conectivos (el 15% del total de bajas) ocultan también problemas de depresión y otras afecciones psíquicas", ha explicado Manuel Valero y Miguel Ángel Cerdá, del CSIF.
El desgaste o el síndrome del profesional quemado siguen un patrón acumulativo y a medida que avanza el curso se incrementa el número de bajas. "Mientras que en el primer trimestre había 348 maestros de baja por enfermedad mental sólo en la provincia de Valencia, en el segundo se triplicó el número y en el tercero se terminó el curso pasado con 616".
Entre las causas del "creciente deterioro" de la salud mental conforme avanza el curso está el "desgaste" del profesor por tener que "estar más pendiente de lo que hacen los alumnos en el aula y de que te escuchen, que de tu propia explicación", sostiene Valero. A esto se suma que "el profesor está perdido, ha cambiado su rol social y se le atribuyen más funciones con menos medios", añade Cerdá. "Ahora el maestro tiene que hacer de policía, médico y nutricionista, y antes lo hacía la familia". El sindicato pide al Gobierno central y al autonómico que se reconozcan como "enfermedades laborales".

La Celestina: camino hacia el Renacimiento.

Entre la Edad Media y el Renacimiento.
Podemos hacer una diferenciación dentro de la obrac de la Celestina en lo que respecta a los siguientes temas: tratamiento del amor y de la mujer, relaciones sociales, formación de los jóvenes, pensamiento filosófico, referencias culturales, religión y lenguaje.
Características medievales
-          Exaltación del amor cortés (amor sublimado y divinización de la dama por parte de Calisto) y misoginia (Sempronio).
-          Nostalgia por la sociedad basada en el vasallaje (Celestina)
-          Vida ociosa y divertimentos cortesanos (Calisto y Sempronio). Celestina valora más la experiencia que la formación.
-          Tópicos del pensamiento aristotélico (misoginia, materia y forma).
-          Referencias al Antiguo Testamento.
-          Religión basada en cultos externos.
-          Refranero castellano tradicional, vocabulario castizo y léxico del amor cortés.
Características renacentistas
-          Exaltación del amor erótico (carpe diem) y defensa de la libertad y derechos femeninos (Melibea y Areúsa).
-          Aparición de la lucha individual (Sempronio, Pármeno y Areúsa). Pérdida de vos o vuestra merced en detrimento del tuteo.
-          Afán por el estudio y la lectura de los clásicos (Melibea). Pármeno – criado – muestra inicialmente amor por la cultura y autores ascéticos.
-          Referencia a autores grecolatinos preocupados por la ética (Epicuro, Séneca) y a autores del Renacimiento italiano (Petrarca)
-          Mención de personajes históricos de la Edad Antigua y de la mitología griega y romana.
-          Crítica a la Iglesia de la época: corrupción del clero e hipocresía religiosa.
-          Léxico culto, latinismos y uso del hipérbaton.
¿Género narrativo o género dramático?
Existen ciertas divergencias dentro de la crítica literaria a la hora de insertar la obra en uno u otro género. A continuación apuntamos argumentos que pueden sostener ambas apreciaciones.
Género narrativo.
-          Es una novela dialogada, en la que los personajes constituyen el elemento narrativo más importante.
-           Existen dificultades para representarla debido a su gran extensión.
-          El espacio urbano se trata de forma itinerante y fragmentaria.
-          El tiempo de la acción se desarrolla aprox. Durante un mes y medio, con las elipsis propias del género narrativo.
-          Contiene formas de discurso muy complejas y propias de la novela: descripción, narración, diálogo, argumentación …
-          La celestina influyó en la conformación de la novela moderna: aportó los fundamentos literarios e ideológicos de la picaresca (El  Lazarillo); mostró la técnica para hacer la parodia burlesca de un héroe literario (Quijote); mostró la manera de crear una multiplicidad de puntos de vista sobre una misma realidad (Quijote).
Género dramático.
-          Diálogo directo de los personajes sin intervención de un narrador.
-          División de la obra en actos y escenas.
-          Uso del aparte y de formas indirectas de acotación (disfrazadas de diálogo).
-          Atmósfera dramática puramente teatral: tensión psicológica, altibajos emocionales (amor/muerte; humor/sufrimiento), estado de ignorancia en que viven algunos personajes, red de maldad y engaños que urden otros personajes…
-          Teatro para ser leído. En ocasiones también se ha barajado esta posibilidad.
-          Primera obra de teatro moderno: un antihéroe en un mundo hostil, que anhela la libertad, pero que ve su voluntad derrotada por los caprichos del azar y por limitaciones biológicas y sociales.

La muerte en la Edad Media.

DANZA GENERAL DE LA MUERTE

Este documento es un texto sumamente crítico. No adquiere unos tintes políticos, ni se trata de un texto crítico con individualidades concretas, pero sí contiene un diagnóstico social que debemos considerar como una vertiente de la poesía crítica del momento.

Debemos comparar este texto con un texto de Juan de Mena (1411-1456) titulado Razonamiento que Juan de Mena faze con la muerte y con las Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique (vive aproximadamente entre 1440 y 1479). Ya que la Danza general de la muerte tiene una datación hipotética a mediados del siglo XV y en 1520 encontramos una versión ampliada. Y a pesar de estar todas escritas aproximadamente en la misma época y que en los tres casos nos encontramos con textos en los que la temática principal es la muerte y la reflexión de lo que ésta significa, el texto que estudiaremos con posterioridad, de Jorge Manrique es un texto atípico.

La Danza general de la Muerte es un texto crítico dirigido a personajes que representan un determinado grupo social. La muerte aparece personificada y funciona como un personaje, un personaje al que se le pueden atribuir características físicas como el hecho de poseer un arco y una flecha. No es una representación física propiamente pero sí es una representación iconística.

En los cuatro primeros versos aparecen tres tópicos relacionados con la doctrina cristiana: homo viator, peregrinatio vitae, y tempus fugit. Y anteriormente aparece un prólogo que explica el sentido de esta danza general. Además se adelanta al hecho de que digan lo que digan las voluntades contradictorias del resto de personajes será la muerte la que se imponga y la que en, última instancia, obrará según su voluntad. La crítica social es en este texto un elemento subsidiario.
Si nos referimos a los tres tópicos anteriores se impone también, aunque no se una referencia explícita, hablar de Dios y de la salvación del alma, ya que estas ideas terminan siendo veladas por la aparición de la muerte, haciendo incluso que la voluntad divina que lleva las riendas de la vida de los hombres quede completamente velada.

Frente a la idea de la salvación del alma se hace hincapié en el momento preciso del tránsito que es el momento de la muerte. Se trata de una muerte que se impone a los demás personajes y además se impone como un contratiempo: muerte a deshora.

El hecho de que sea una danza subraya aún más la fuerza ineluctable de la muerte, ya que danzar es un hecho lúdico que todo el mundo realiza por diversión y, en este caso la segunda parte de la pareja no quiere danzar.

Los personajes que salen a bailar son en primer lugar dos doncellas, pero a continuación se establece una jerarquía en la aparición de personajes tanto en lo religioso como en lo civil: santo padre, emperador, cardenal, rey...

Los únicos personajes que no tienen jerarquía son las dos doncellas que salen a bailar primero, destacan por su hermosura, por su juventud, y puesto que hace de ellas sus esposas podríamos representar a la muerte como un personaje masculino.

El tránsito entre la vida y la muerte para estas doncellas presupone una inversión de los valores que convierte los placeres de la vida en aspectos macabros, con lo que los efectos de la muerte se acentúan. Es decir, se subraya la llegada de la muerte, pero una muerte a deshora, por tanto, se establece un contraste y es en el momento en que se pasa al orden jerárquico que representa el poder igualitario de la muerte. Pretende demostrar con ello que ante la muerte todos somos iguales, independientemente de la adscripción social, categoría o pertenencias.

La procedencia de las Danzas de la muerte parece que surge en Europa desde finales del siglo XIV y en este sentido de aparición de la Europa Occidental parece que tiene que ver con el clima de pesimismo generalizado que se instaura en los últimos estadios de la Edad Media: la crisis económica, la mortalidad por peste negra, la hambruna... todo ello propicia la aparición de estos textos y de imágenes visuales de la muerte.

La aparición de órdenes de frailes predicadores que en sus sermones instan al pueblo al arrepentimiento de todos sus pecados, llamando la atención no en los beneficios que conlleva, sino en la propia idea de la muerte en sus aspectos negativos y macabros, hace que esta imagen de la muerte pase a la literatura. Se desoncen las vías, pero antes hay muestras de representaciones iconográficas, particularmente en Francia nos encontraremos con el Cementerio de los inocentes de París, en cuyos frescos fechados hacia 1424 observamos estas representaciones de la muerte participando en una danza donde los danzantes son esqueleto, pero no totalmente descarnados, sino en estado de descomposición. A partir de ahí, la imagen de la muerte se representa como un ser activo encarnado en un personaje de literatura encargado de forma ineluctable de segar las vidas humanas.

La versión conocida de la Danza de la muerte castellana parece datada en 1503, pero parece estar realizada a fines del siglo XIV y principios del siglo XV. Esta edición impresa en Sevilla no posee representaciones iconográficas de la muerte.

El texto castellano se inscribe dentro de la tradición española considerando el hecho de que la muerte aparece ante todos los hombre y la reacción de todos los convidados a no acompañar a la muerte en el baile parece una reacción unánime, porque los convidados se aferran a los bienes temporales (juventud, riqueza, poder, ambición...). En este texto encontramos ese poder igualador de la muerte en la que se produce una democracia de ultratumba a la que la muerte somete.

Sólo dos de los invitados a la danza aceptan la imposición de su baile y lo que ello significa: en primer lugar, en el verso 470 encontramos un ermitaño, la muerte no llega a deshora, sino que es un invitado ya viejo que, aunque de entrada se reproduzca el miedo que esa invitación le produce, se encomienda a Jesucristo. El ermitaño se presenta como un personaje que ha renunciado a todo lo terrenal, y a pesar de todo la presencia de la muerte le provoca miedo. En segundo lugar, encontramos una aceptación mucho más clara, se trata de otro de los personajes convidados pertenecientes a la jerarquía eclesiástica, es un monje (verso 405). Se trata del único personaje que acata el momento del tránsito porque sabe que es por voluntada divina.

La réplica de estos dos personajes nos hace ver la inversión de valores dentro de un texto como es la Danza general de la muerte. Lo que se pone de relieve es, sobre todo, el miedo al abandono de los placeres terrenales.

El tono de la muerte a lo largo del texto es amenazante, del mismo modo que podemos decir que son agresivas las imágenes que aparecen en el texto para describir a al muerte, por ejemplo en el verso 41 lazos parados hace referencia a una imagen agresiva que remite a la caza.